Existen en el mercado proyectores mucho más caros y potentes, pero no cabe la menor duda de que el Prizm II es un gran paso adelante respecto al modelo anterior. La subida de precio se justifica con un altavoz más y una mayor resolución: de 480p a 1080p. Anker tiene en su colección otros modelos más pequeños y portátiles como el Mars II o el innovador Capsule, pero si tu intención es crear un cine permanente en el salón de tu casa, recomendamos tener el Prizm II muy presente. A continuación analizamos en profundidad las prestaciones del Prizm II tras varios días de uso e intentamos determinar si merece o no la pena y si puede estar bien como alternativa más barata a un televisor o monitor de 65 pulgadas.

Precio y disponibilidad

Con la actualización de su modelo Prizm, Nebula no solo ha introducido nuevas prestaciones y especificaciones sino también un nuevo precio. El Prizm II cuesta en la actualidad 499,99 €, casi 400 € más.

Diseño y fabricación

Con tan solo un vistazo, es muy fácil ver las similitudes y las diferencias que tiene el Prizm II respecto al Prizm en cuanto al diseño. Mientras que su estructura es prácticamente la misma, Nebula ha apostado por el color negro, y no el blanco, en su último modelo. Aparte del cambio de tonalidad, poco más distingue uno y otro modelo. El Prizm II conserva la estructura rectangular de plástico con los dos disipadores de calor en los laterales y una cobertura de tela en la parte superior para darle un toque elegante y sofisticado. Con el nuevo modelo, Nebula ha optado por situar el botón de encendido en la parte superior. Aunque resulta más práctico, pensamos que estéticamente queda mejor en la parte de atrás, como ocurre en el Prizm de primera generación. Sí que valoramos positivamente los cambios en la parte trasera donde encontramos todos los puertos, que ahora se encuentran alineados a un mismo nivel y ocupan mucho menos espacio. Aunque es un pequeño detalle, lo cierto es que así parece mucho más premium. En cambio, no parece nada premium el pie de plástico que sirve para sostener el proyector. Es el mismo sistema que ya vimos en el primer Prizm: pulsando un botón, puedes dejar ir o volver a guardar el pie que está recogido dentro del dispositivo. A simple vista parece una buena idea, ya que la ausencia de un soporte de este tipo es lo que achacamos a otros proyectores. Sin embargo, el botón no siempre responde bien y tampoco es del todo intuitivo cómo debe plegarse. Además, este pie solo tiene una posición y lo más probable es que debas recurrir a un libro o a otro objeto para colocar el proyector a la altura adecuada, sobre todo si optas por colocar el dispositivo en un mueble bajo como una mesita de centro.

Prestaciones y funcionamiento

El funcionamiento del Prizm II no podría ser más fácil. Cuando lo saques de la caja, bastará con que conectes el cargador a la corriente, lo sitúes en el salón de tu casa (no obstruyas los difusores laterales), quites la tapa de la lente y le des al botón de encendido. A veces cuesta acertar cómo debe ser encendido: solo un toque, mantener pulsado el botón… Lo mismo ocurre cuando quieres apagarlo, por lo que resulta más fácil usar el botón del mando, que responde mucho mejor a tus órdenes. Es importante que le encuentres un buen sitio. Tiene el tamaño estándar de cualquier proyector no portátil, así que no deberías tener problemas. Sus 2,42 kg no lo hacen muy portable, pero sí que será fácil de cambiar de sitio cuando lo necesites. Deberás situar el proyector entre 1 y 3,5 metros de la pared o la pantalla donde vayas a proyectar la imagen, ya que sino esta te saldrá borrosa. Esta distancia determinará el tamaño de la proyección, entre 40 y 120 pulgadas. Aunque este funcionamiento tan sencillo puede facilitar las cosas en ciertos casos, lo cierto es que a nosotras nos parece poco práctico y limitativo el no poder ajustar el tamaño de la pantalla manualmente desde los ajustes. En el apartado ‘Configuración’ del menú sí que podrás cambiar otros aspectos de la imagen, como analizamos en el apartado anterior. Desde ese panel, también te será fácil escoger si quieres duplicar la imagen de un dispositivo por HDMI o Wire Cast o desde un pendrive. Aunque el menú resulta simple pero efectivo, la navegación se hace lenta. Si este es tu primer proyector o estás acostumbrado a otros de menos calidad, quizás no lo notes, pero comparado con otros de más potentes el retardo se hace evidente y molesto. El Prizm II solo puede controlarse mediante el mando, ya que no incluye botones en el propio dispositivo. Esto se entiende porque está pensado para que lo manejes sentado en el sofá, pero nos hubiera gustado tener la posibilidad de controlarlo también desde el proyector. Volviendo a los ajustes, curiosamente Anker ha decidido incluir un botón en forma de engranaje en su mando que solo sirve para corregir la distorsión trapezoidal vertical y horizontal. Hubiéramos preferido que pudieras ajustar toda la configuración. A diferencia de otros proyectores como el Mars II, el Prizm II no viene con Android instalado, que permite poder acceder a aplicaciones como Netflix desde el proyector. Así, deberás conformarte con tenerlo que conectar a otro dispositivo. Lo más práctico es conectar un USB donde tengas guardada la película que quieras ver en el puerto USB A. En ese mismo puerto también podrás conectar tu smartphone o tablet y reproducir contenido desde allí. Si lo prefieres, un dongle como Fire TV Stick o Chromecast te permitirá también reproducir vídeos de YouTube, Netflix y otras apps desde tu dispositivo móvil a la pantalla del proyector. Alternativamente, puedes usar un cable HDMI para conectar tu portátil.

Calidad de audio e imagen

Pero vamos a lo más importante. El Prizm II utiliza la tecnología LCD para proyectar la imagen, que tiene un tamaño entre 40 y 120 pulgadas según la distancia a la que sitúes el proyector. Además, dispone de una resolución de 1920 x 1080. Esta resolución de 1080p es sorprendentemente alta a este precio. Seguramente es uno de los motivos que explican la diferencia en el coste respecto al Prizm de primera generación, que solo dispone de una resolución de 480p. La imagen de la proyección se ha duplicado (entre 30 y 65 pulgadas con el Prizm original) y también la luminiscencia. El Prizm II ofrece un brillo de 200 lúmenes ANSI y una relación de contraste de 1500:1, por lo que en general los detalles de la imagen son claros. Sin embargo, nos gustaría que el brillo, el contraste y la saturación se pudieran ajustar manualmente. El menú de configuración solo te da la opción de elegir entre estándar y brillante y esto a menudo no resulta suficiente. En ‘Configuración’, en cambio, sí que podrás corregir la distorsión trapezoidal vertical, horizontal y cuadrangular, lo que nos parece muy útil. Estos ajustes te permiten controlar la posición de la imagen sin tener que mover el proyector de sitio. También resultan útiles los cuatro modos de proyección que puedes elegir, aunque probablemente el que más vayas a usar es el ‘De frente’. Los otros te servirán para proyectar la imagen al techo o de forma invertida. En caso de que lo necesites, también puedes ajustar el foco fácilmente como en los proyectores más premium, ya que responde bien cuando giras la lente. Eso sí, si eres algo tiquismiquis, notarás que los bordes de la imagen siempre salen algo borrosos. A diferencia del modelo anterior, este proyector tiene dos altavoces de 50 W, lo que mejora considerablemente la calidad de audio. Los diálogos se escuchan perfectamente, aunque si quieres mejorar los tonos bajos deberás optar por conectar un altavoz de mayor calidad. En términos generales, pensamos que esto no te será necesario. Son bastante potentes y el volumen debería ser suficiente para llenar el salón de tu casa. Además, el ruido que hace el proyector cuando está en funcionamiento queda camuflado fácilmente.

Lista de especificaciones

Resolución nativa: Full HD (1920 x 1080)Sistema de proyección: LCDBrillo: 200 lúmenes ANSIRatio de contraste: 1.500:1Índice de zoom: N/AConectividad: HDMI 1.4, USB A, puerto AUX de salida, 2 altavoces 5WDimensiones: 279 x 265 x 97 mmPeso: 2,42 kg

Veredicto

Los casi 400 € más que cuesta el Prizm II respecto al Prizm original están justificados si tenemos en cuenta que tiene mucha más resolución, el doble de lúmenes ANSI y de tamaño de imagen, y la posibilidad de ajustar las distorsiones trapezoidales. Comparado con otros modelos más caros, es entendible también que la calidad de imagen y de audio no sea tan potente, pero nos hubiera gustado tener la posibilidad de ajustar el brillo, el contraste y la saturación de la imagen proyectada. Por otro lado, esperamos que en el futuro Anker decida instalar Android también en esta gama para poder conectar el proyector a Internet. Por ahora, deberemos conformarnos con los puertos HDMI y USB, que tampoco está mal. De pequeña, Alba se enamoró de la Game Boy de su hermano y, hoy, siendo editora de Tech Advisor España, utiliza esa misma pasión para analizar la industria tecnológica para que no lo tengas que hacer tú. Sus artículos te ayudarán a comprender el fascinante, pero a veces complicado, mundo digital. No te pierdas tampoco sus vídeos en YouTube si quieres conocer lo último en smartphones, tablets, portátiles y accesorios.

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